20100706

Favor no me molesten, de pronto estoy creyendo...

twitter.com/sergioalanrojas


No, todavía no me molesten por favor, todavía quiero creer en que existen las personas de buena voluntad que saldrán a votar el domingo y que nuestra joven democracia pasará a la adultez. Déjenme creer aunque sea por este breve instante que la historia de la democracia de Puebla no está condenada para los maleantes, que nuestra historia no está hecha para los que se sienten Dios en el poder. Déjenme disrutar los aires de democracia mientras redacto estas breves letras.

Déjenme pensar una y otra vez que durante la jornada del domingo las votaciones serán limpias, que los funcionarios de casillas serán honestos y que los representantes de los partidos permitirán una jornada transparente, sin vicios y sin heridas a la democracia. Quiero pensar que hemos abierto los ojos para darnos cuenta de que en Puebla merecemos mucho más de lo que nos han ofrecido los gobernadores que hemos tenido, y que Puebla tiene que estar en los primeros lugares nacionales de desarrollo social, inversión y educación.

No, por favor no me molesten, ha sido mucho tiempo el que he esperado para ser testigo de la nueva historia de Puebla, una historia en la que por primera vez los ciudadanos tenemos una opción real para decidir si cambiamos de gobierno, o si mantenemos un linaje con sabor a cacicazgo y que perdurará hasta que los poblanos queramos, el problema es saber en qué momento volveremos a querer cambiar. Por favor no hagan ruido, déjenme escuchar las primeras voces de la democracia que se está gestando en Puebla, quiero saber los tintes de su voz y el tono con el que nos habla para persuadirnos.

Déjenme disfrutar el panorama contaminado de la propaganda electoral que da testimonio del cambio gubernamental, quiero ver aquellos árboles citadinos que hoy florecen y se mueven con los aires de democracia, déjenme observar la forma en que los colores de la ciudad van cambiando con el tono del cielo y la luz del sol, de la misma forma en que llega el ocaso para dar una vida nueva en un nuevo ciclo.

¡No todavía!, esperen un poco, quiero seguir disfrutando del lenguaje y las palabras que hoy están de moda en la democracia de Puebla, traigo entre labios una esperanza que busca adentrarse en la razón de los pensantes y en el corazón de los sentimentales que desde siempre hemos añorado un estado que esté a la altura de los mejores del mundo. Por favor, denme un poco más de tiempo para seguir hablando de la emoción que me nace tan solo de imaginar que en un mes como hoy, pero de hace diez años, los mexicanos tranformamos nuestro mundo y escribimos la historia, nuestra historia democrática.

Déjenme contemplar los días tristes que por fin se esfuman como si fueran el último pesquicio de un lugar en llamas, quiero disfrutar ahora los nuevos días que si bien no garantizan felicidad, por lo menos sé que tendrán una perspectiva de cambio y de mejora continua. Nadie me lo ha dicho, y tampoco nadie me lo ha prometido, pero sé que mi voto es muy importante para la transforamción del estado, sé que es mi voto la única arma mortal para amenzar y matar la antidemocracia en la que hemos vivido por más de ocho décadas.

No me molesten todavía, no me molesten si me declaro un soñador de los buenos y nuevos días que muchos pedimos y que nadie nos ha dado. Déjenme ser aquel soñador que todavía sueña con una sociedad participativa y con gobernantes incluyentes, déjenme imaginar que tenemos nuevos gobernantes, y que esos nuevos gobernantes por fin sentarán las bases para el desarrollo social autosustentable. Por favor no se molesten si entre mis sueños desaparece la corrupción y la compra de votos el cuatro de julio.

Por favor no me molesten porque estoy creyendo que el domingo habrá paz aún después de que hubieron vairos derrotados. No se molesten si creo que los candidatos derrotados saldrán a reconocer que perdieron y que le desean un destino promisorio al ganador y sobretodo al estado. No me molesten todavía, porque entre sueño y sueño voy encontrando la respuesta para transformar al estado con mis propuestas sociales que le quiero dar a los nuevos gobernantes. Favor no me molesten, de pronto estoy creyendo que en Puebla creemos que merecemos algo mejor y actuamos con exigencia. De pronto estoy creyendo que existe la democracia en Puebla y que al que no cumpla la ley se le acusará como delincuente. Favor no me molesten, porque de pronto estoy creyendo que el gobernador actual nos dejará votar en paz y de acuerdo a nuestro razonamiento, y no con los regalos del estado...

Favor no se molesten, de pronto creí que creía que en Puebla creemos que merecemos un gobierno mejor de los que hemos tenido y que lo elegimos por decisión de nuestro voto y no por decisión de Los Fuertes. 

20100702

Padres inagotables

Viendo a un hombre que viaja junto a mi, me quedé pensando en todos los momentos que un padre se ocupa por sus hijos.

Cuando existe un bebé en la familia, el entorno cambia, el lenguaje es diferente, el rostro, los ojos, la piel, el aliento, y los sabores de la casa. Todo para que los bebés desde que están así sin poder hablar, tengan el mejor de los lugares y el mejor de los recursos que le pueden dar los padres.

De hecho cuando existe un bebé en la casa, la energía es inagotable porque hay que preparar la comida, al rato hay que darle de comer, después hay que cambiarlo, luego jugar con él, y mientras sucede todo eso, hay que educarlo! Qué buen reto es este el de un bebé en casa.

Vaya pues este saludo y estas palabras para honrar a los padres que ofrecen un amor sin límites.

20100701

Favor no me molesten, de pronto estoy creyendo...

No, todavía no me molesten por favor, todavía quiero creer en que existen las personas de buena voluntad que saldrán a votar el domingo y que nuestra joven democracia pasará a la adultez. Déjenme creer aunque sea por este breve instante que la historia de la democracia de Puebla no está condenada para los maleantes, que nuestra historia no está hecha para los que se sienten Dios en el poder. Déjenme disrutar los aires de democracia mientras redacto estas breves letras.

Déjenme pensar una y otra vez que durante la jornada del domingo las votaciones serán limpias, que los funcionarios de casillas serán honestos y que los representantes de los partidos permitirán una jornada transparente, sin vicios y sin heridas a la democracia. Quiero pensar que hemos abierto los ojos para darnos cuenta de que en Puebla merecemos mucho más de lo que nos han ofrecido los gobernadores que hemos tenido, y que Puebla tiene que estar en los primeros lugares nacionales de desarrollo social, inversión y educación.

No, por favor no me molesten, ha sido mucho tiempo el que he esperado para ser testigo de la nueva historia de Puebla, una historia en la que por primera vez los ciudadanos tenemos una opción real para decidir si cambiamos de gobierno, o si mantenemos un linaje con sabor a cacicazgo y que perdurará hasta que los poblanos queramos, el problema es saber en qué momento volveremos a querer cambiar. Por favor no hagan ruido, déjenme escuchar las primeras voces de la democracia que se está gestando en Puebla, quiero saber los tintes de su voz y el tono con el que nos habla para persuadirnos.

Déjenme disfrutar el panorama contaminado de la propaganda electoral que da testimonio del cambio gubernamental, quiero ver aquellos árboles citadinos que hoy florecen y se mueven con los aires de democracia, déjenme observar la forma en que los colores de la ciudad van cambiando con el tono del cielo y la luz del sol, de la misma forma en que llega el ocaso para dar una vida nueva en un nuevo ciclo.

¡No todavía!, esperen un poco, quiero seguir disfrutando del lenguaje y las palabras que hoy están de moda en la democracia de Puebla, traigo entre labios una esperanza que busca adentrarse en la razón de los pensantes y en el corazón de los sentimentales que desde siempre hemos añorado un estado que esté a la altura de los mejores del mundo. Por favor, denme un poco más de tiempo para seguir hablando de la emoción que me nace tan solo de imaginar que en un mes como hoy, pero de hace diez años, los mexicanos tranformamos nuestro mundo y escribimos la historia, nuestra historia democrática.

Déjenme contemplar los días tristes que por fin se esfuman como si fueran el último pesquicio de un lugar en llamas, quiero disfrutar ahora los nuevos días que si bien no garantizan felicidad, por lo menos sé que tendrán una perspectiva de cambio y de mejora continua. Nadie me lo ha dicho, y tampoco nadie me lo ha prometido, pero sé que mi voto es muy importante para la transforamción del estado, sé que es mi voto la única arma mortal para amenzar y matar la antidemocracia en la que hemos vivido por más de ocho décadas.

No me molesten todavía, no me molesten si me declaro un soñador de los buenos y nuevos días que muchos pedimos y que nadie nos ha dado. Déjenme ser aquel soñador que todavía sueña con una sociedad participativa y con gobernantes incluyentes, déjenme imaginar que tenemos nuevos gobernantes, y que esos nuevos gobernantes por fin sentarán las bases para el desarrollo social autosustentable. Por favor no se molesten si entre mis sueños desaparece la corrupción y la compra de votos el cuatro de julio.

Por favor no me molesten porque estoy creyendo que el domingo habrá paz aún después de que hubieron vairos derrotados. No se molesten si creo que los candidatos derrotados saldrán a reconocer que perdieron y que le desean un destino promisorio al ganador y sobretodo al estado. No me molesten todavía, porque entre sueño y sueño voy encontrando la respuesta para transformar al estado con mis propuestas sociales que le quiero dar a los nuevos gobernantes. Favor no me molesten, de pronto estoy creyendo que en Puebla creemos que merecemos algo mejor y actuamos con exigencia. De pronto estoy creyendo que existe la democracia en Puebla y que al que no cumpla la ley se le acusará como delincuente. Favor no me molesten, porque de pronto estoy creyendo que el gobernador actual nos dejará votar en paz y de acuerdo a nuestro razonamiento, y no con los regalos del estado...

Favor no se molesten, de pronto creí que creía que en Puebla creemos que merecemos un gobierno mejor de los que hemos tenido y que lo elegimos por decisión de nuestro voto y no por decisión de Los Fuertes.