20100622

De la necesidad de escribir “futbol” para ser leído…solo por hoy

Leyendo diversos medios de comunicación me puse a reflexionar sobre cuáles serían los temas interesantes para poder dedicarle este espacio y unas cuantas letras a eso que estuviera en boga de muchos durante este día. Si fuera por temas, podría abordar el olvido que la mayoría de la sociedad le ha otorgado a las 49 muertes de los niños de la guardería ABC, y que además, la Suprema Corte no quiso comprometerse a indicar que los funcionarios de alto nivel como el ex-gobernador Burs, el actual director del IMSS y el anterior Karam y Horcasitas, tienen responsabilidad directa de la tragedia, basándose en el argumento de que según la ley, la responsabilidad sobre este tipo de asuntos es de abajo hacia arriba y no al revés, esto es, que el primer culpable es el jefe directo del área en cuestión, y luego hacia arriba su jefe, y por último, el jefe de su jefe, pero nunca al revés, es decir, que no se puede culpar primero al Director del IMSS, y luego a los demás, o primero al gobernador y luego a los de abajo –sin albur-. Esté o no jurídicamente correcta la decisión de la Corte, los padres de los 49 niños siguen deambulando en busca de justicia en medio de la injusticia mexicana y de su olvido.

Otro asunto del que pensé que pudiera escribir es acerca de la muerte del Maestro Carlos Monsiváis, al que ahora que falleció muchos se dicen amigos de él, como siempre sucede cuando alguien importante muere. Pensé en hablar de sus amigos falsos y de sus amigos reales, aunque confieso que me entretuvo la noticia de saber que gente del gabinete federal –de derecha- estuvo presente durante su homenaje póstumo, y que además se politizó ese mismo homenaje, ya que tanto el gobierno de izquierda del Distrito Federal (PRD) quería hacerle su propio homenaje, como el gobierno federal que es de derecha (PAN). Probablemente si Monsiváis pudiera ver ese espectáculo, estaría en primera instancia muerto de risa por la discusión que hubo de los gobiernos para ponerse una palomita ante la sociedad, después regresaría al escritorio para escribir un ensayo sarcástico del cómo debe y no debe hacerse lo que le hicieron mencionando los funerales y homenajes que más le hayan atraído desde la prehistoria hasta nuestros tiempos. Y por último pediría que lo dejaran morir en paz.

Estuve a punto de decidir que mi tema para esta columna sería hablar del legado del Maestro José Saramago, de todas sus obras que son conocidas y desconocidas por éste quien escribe, de su insistencia por hacer entender a los hombres que existen diferencias abismales en la humanidad y que hay forma de solucionarlas si empezamos a actuar. Hablaría de que es –porque sigue vivo en sus escritos- un férreo crítico tanto de la derecha como de la misma izquierda donde él militó allá por el año del 69 en el Partido Comunista de Portugal. Donde una de las críticas que más han hecho eco en mi vida y que ahora está escrita en su último libro “Democracia y Universidad” ha sido aquella que se puede resumir en la siguiente frase: “No se trata sólo de instruir, sino de educar. Y, desde dentro, repercutir en la sociedad. Aprendizaje de la ciudadanía, eso es lo que creo sinceramente que falta. Porque, queramos o no, la democracia está enferma, gravemente enferma, y no es que yo lo diga, basta mirar el mundo”. La importancia de “educar” más no instruir, es algo de lo que deberíamos preguntarnos en estos días de elecciones, es decir, cuál de todos los que piden nuestro voto realmente ofrecen un gobierno enfocado en la transformación de la sociedad, más no en la instrucción, donde al final de los estudios se convierten en obreros calificados. Para mí, ningún candidato ofrece transformar la educación de la sociedad para que aprenda la ciudadanía.

Y cuando por fin encontré que podía extender mi escritura para hablar de Saramago, entendí que lo que realmente le va a interesar leer a la mayoría de los lectores en este día, es todo aquello que hable de fútbol y de la derrota de la Selección contra Uruguay, donde al final, calificamos a los octavos de final de puro panzazo. Honestamente no me nace escribir sobre la Selección porque los que se creen verdaderos conocedores harán ese trabajo desde hoy hasta que vuelva a jugar contra Argentina.


Así que el viernes dedicaré este espacio para compartir con ustedes algunas reflexiones que me han dejado los escritos, publicaciones, y declaraciones de Saramago, aunque tal vez cuando yo termine de escribir y usted de leer, podamos pensar que le miento y que me sucedió como alguna vez lo dijo el otro maestro, Monsiváis: “
mentir, es a lo más que uno aspira. Si me pronuncio ante un tema, no creo estar diciendo la verdad, sino no estar mintiendo de acuerdo con lo que yo conozco…”

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