20100617

Una historia alternativa de un debate de hueva

Mucho se habló del famosísimo debate que habría entre dos supuestos trenes: Zavala vs Moreno Valle. Las especulaciones fueron elevadas y se ubicó al evento como el parte aguas de la elección, como el evento que decidiría el voto switcher de los electores, sería el evento culmen de la elección a gobernador más competida que haya habido en Puebla, sin embargo, el debate hubiera sido emocionante si se hubiera desarrollado de la siguiente forma:

En el escenario, en punto de las veinte horas Valerio da el inicio del debate y cede la palabra a “Rafa”. Rafa observa atentamente a la cámara de televisión y responde con un: “Gracias Valerio”, al terminar de decir esto dirige su mirada hacia sus notas, regresa la vista a la cámara y comienza: “Queridas amigas poblanas y queridos amigos poblanos –esto por aquello de la igualdad de género-, desde hace más de 80 años, hemos vivido gobernados por un solo partido que…” no terminó de decir la frase cuando Valerio lo interrumpe y anuncia algo insólito: “Me están reportando que tenemos una llamada en el estudio –pensó que estaba en la televisión- y que quiere comentarnos su punto de vista del encuentro. Así que si me lo permiten, le damos un minuto a la llamada de la maestra Gordillo”. Los candidatos no daban crédito a lo que estaba sucediendo, unos a otros se miraban con extrañamiento y murmuraban entre dientes: “¡nos vamos a enfriar y ya no me van a hacer caso!” decía uno, mientras que el otro quería gritar “¡esa vieja otra vez!”, el bendecido por la llamada dijo para sus adentros: “¡esa es mi madrina!”.

“Buenas noches maestra, estamos al aire –otra vez pensó Valerio que seguía en la televisión-“, desde el más acá se escuchaba la melodiosa voz de la maestra: “¡Eeh!, ¡eeh!, ¡¿ya?!, ah bueno. Buenas noches a todos, le agradezco señor Valerio la oportunidad que me da en su espacio –nunca le aclararon que era un debate y no un programa de televisión-, yo solamente quiero decirle a mi rafita que no tenga miedo, que ya le trajimos los maestros que pidió de apoyo para que le cuiden las casillas eh, ya están hospedados en la “Casa del Maestro” allá en el centro. Lo que sí te pido Rafa, es que no hables de los niveles de educación que hay en Puebla, ni de la calidad de la enseñanza, porque eso nos puede perjudicar y los apoyos que están en el centro se pueden inquietar eh. Mejor habla de otra cosa, habla de lo que no ha cumplido el góber, o nuevamente del caso de Lydia Cacho, pero de los maestros no, por favor Rafita. Y aprovecho para decirles a los poblanos que voten por mi Rafa, es poblano, es muy inteligente, tiene más estudios que yo y que Javier juntos eh, y no se dejen engañar por el góber, a mí también me ha amenazado y no…”.

No terminó de hablar cuando Valerio la interrumpe para anunciar que se ha terminado su tiempo y que debido a los diez minutos que se tomó la maestra para hablar, tiene que saltar a Armando para cederle la palabra a Javier. Así que cuando le quitaron la cámara a Armando saludó a Valerio con los codos en alto diciéndole cuando le apagaron el micrófono: “con todo respeto”.

“Javier, adelante”. Javier observaba atentamente la cámara de televisión con la misma sonrisa del gato de “Alicia en el país de las Maravillas” porque así lo habían asesorado. Valerio le repite a Javier: “Javier, tienes la palabra”. Javier no quería despegar su mirada de la cámara y el sudor bajaba por su frente alrededor de su rostro. Valerio con tono inquietante le repite la instrucción por tercera vez: “¡Javier, es tu turno!”, y cuando Javier movió los labios para comenzar a hablar: “Gracias. Buenas no…” fue interrumpido por el tono mandatorio de Valerio para anunciar otra intervención: “Lamento interrumpirte Javier, pero nuevamente tenemos la llamada de otra persona en el estudio –seguía pensando que estaba en la tele-, y si se lo dimos a la maestra –se refería al tiempo- entonces también se lo damos a la siguiente llamada”.

El silencio fue lo único que se podía escuchar mientras esperaban la voz del otro lado del auricular, los candidatos estaban inquietos y mostraban rostros de angustia. Entonces se oye la voz de Valerio decir: “¡Buenas noches Señor Gobernador!”. Al decir esto, Rafa expresó: ¡¿y ahora qué quiere?!, Armando se comía los labios diciendo: “¡vaya, hasta que se aparece!”, y Javier con la felicidad de un niño con paleta le dijo a su asesor: “¡ese es el héroe de este debate…papá!”.

Desde el otro lado de la bocina el góber contestó con una voz peculiar: “Buens nochss Valerio. Quiero decirle a esssa ‘nnche vieja argüendera que deje de m’ter sus narices en Puebla, porque si no, le voy a dar unos piiinches coscorrones. Aquí en Puebla, el que no cumple la ley ssse le llama delincuente, y essste debate ya no esss válido, por essso ya le dije a Jorge que lo sssussspenda ahorita misssmo que ‘stá en el essstudio”. Y con un tono imperativo que ya se le conoce al góber, le indicó a Jorge: “Jorge, ¡dilss que ya se  sussspendió eso, y que ya se acabó el programa!”. Cuando Jorge escuchó la orden, se levantó de inmediato, se colocó junto a Valerio, y se acomodó la corbata para anunciar: “Como ya lo dijo el góber, ¡el evento se suspende! Agradecemos a las televis…” El programa fue interrumpido antes de que siguiera hablando Jorge. Los equipos de campaña se gritaron en pleno recinto, se mentaron la madre, se escupieron, se dieron baños de agua de riñón, y se culparon uno al otro mientras Rafa quería darle una cachetada –y no un puñetazo- a Jorge por haber suspendido el evento, pero Javier no lo permitió porque al pararse frente a Jorge para defenderlo amenazó a Rafa diciéndole que si lo hacía, los maras no lo iban a dejar vivir en paz, y que de eso se encargaba él. Cuando Rafa se daba la media vuelta, Jorge abrazó a Javier y le agradeció por el acto heroico con un mensaje siciliano: “te lo sabré agradecer muuuy bien”.


Si el debate hubiera tenido un pequeño toque de la narración anterior, les aseguro que no hubiera estado de hueva, porque lo que realmente pasó en el Centro Cultural Universitario fue una verdadera faramalla que a la mayoría de los poblanos decepcionó. Lástima por nosotros que no tenemos candidatos de altura.

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