Cuando terminé de leerlos todos, hice un alto y dudé si realmente fui yo el que los escribió....terminé concluyendo que sí, que esas líneas tienen mi acento, mi estilo, mis palabras, mi ritmo y mi mensaje. Así que me quedé mirando a la pantalla, a las notas, al teclado y me decidí otra vez a continuar este maldito vicio que tengo de la escritura sin importar cuántas líneas escriba, si son párrafos o monosílabos, si proponen o critican, si conquistan o no....
Mis manos y yo, volveremos a escribir las líneas cómplices que satisfagan las ganas de comunicarnos con el mundo que ahora se mueve a través de las redes sociales como Facebook, Twitter, Linkedin, y el mismo blog. Así que estas manos buscarán a través de las redes sociales ser leídas por una, por dos, o por mil personas, pero seguirán escribiendo porque creo que hay mucho por platicar en cualquier parte del mundo, en cualquier momento, y por cualquier tema...
Gracias por tu lectura.
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